Había una vez, un niño, de cuyo nombre no logro acordarme, que un día por la mañana se levantó, se sentó en la cama y pensó.....!Que bueno sería poder guardar los sueños que tenemos por la noche!
Alborotado, corrió hacia la madre y le dijo:
- Mama, mama....quiero guardar mis sueños.....¿como puedo hacerlo?
La madre, sonrió ante tal pregunta. No sabía que contestarle, así que le dijo, preguntale a tu padre, que él seguro que lo sabe.De nuevo corrió por el pasillo hasta que alcanzó a su padre y le volvió a preguntar:
- Papa, papa......¿como puedo guardar los sueños?
El padre lanzó una carcajada y le dijo.....preguntale a tu maestro, que él seguro que lo sabe. El niño se comenzaba a inquietar, como es posible que las dos personas más sabias del mundo, no supieran como guardar los sueños.Mientras pensaba en esta idea, llegó al colegio y repitió el proceso:
- Profe, profe....¿sabe usted como se guardan los sueños?
- No digas tonterias, hombre y sientate de una vez
No se puede expresar con palabras , lo apesadumbrado que nuestros pequeño heroe se sentía. Seguramente su pregunta no tenía respuesta. De tal guisa salió del colegio, cruzó la carretera y vió una tienda por la que había pasado cientos de veces, una tienda de antiguedades. Entró y se quedó boquiabierto, estaba lleno de peluches, soldados de plomo, baratijas, hojas de comics, canicas, tambores de hojalata, peonzas, caretas de monstruos, pistolas de agua, muñecas, pequeños armarios y enseres diminutos.....todo en grandes montañas, muchas llenas de polvo, otras rotas, algunas sorprendentes.
El tiempo se paró , pasó horas y horas mirando, eran objetos viejos, usados, pero todos tenian una historia, era como si tuviesen personalidad propia. Mucha gente los miraban, pero no parecían sorprenderse y disfrutar tanto con ellos, como él. Se acerco al tendero y le dijo:
- Señor tendero.....¿de quienes son todos esos juguetes viejos?
- Son de otros niños como tú, niños que alguna vez soñaron con tenerlos, luego soñaron fantasticas aventuras jugando con ellos y con el tiempo, se acabaron cansando y los perdieron . Ya de adultos, volvieron a soñar con volverlos a recuperar, entran en sitios como este buscando esos pequeños tesoros de su niñez, se conviertieron en coleccionistas de juguetes , coleccionistas de sueños ;)
Una historia muy tierna :) creo que define muy bien a un tipo de coleccionista que ve mucho más allá de la moda o la rentabilidad económica, que es justo ese, el que colecciona sueños y no piezas. Un saludo.
ResponderEliminarHola Javier:
ResponderEliminar¡¡¡Lo has clavado!!!
Gracias por el relato, muchos nos sentimos plenamente identificacos.
Saludos de Manolo
Buenisimo...muchas gracias por tocarnos el corazoncito.
ResponderEliminarAparte de los blogs que llevo con esta cuenta, adminsitro otro que es: http://jacnostalgia.blogspot.com/
Te importaria si te lo copio con el link y ponerte tambien en la lista de blogs, y de paso pedirte que si tienes alguna cosilla mas que te guste publicar, te lo agradeceria. Un saludo.
Me alegro que os guste :)
ResponderEliminarXavi, cuenta con ello, si tengo algo más escrito te lo paso con gusto.