Hoy he hablado con un amigo al que hace la friolera de por lo menos 10 años que no veo, pero eso no significa que lo haya olvidado.A pesar del tiempo transcurrido, parecía como si fuese ayer que hubieramos dejado de vernos. Ambos nacimos en Huelva y crecimos aquí.
Nadie que haya vivido en Huelva puede olvidar las playas y la luz, sobre todo la luz. Como en la novela de Bram Stoker "Dracula", este , cuando viajaba fuera de Transilvania, llevaba tierra cerca, porque de ella le provenia su poder.
Cada vez que necesito fuerzas, salvando las distancias con el conde, claro está, me acerco a la playa con mi familia o bien a hacer un poco de deporte. Nada mejor para reponer las pilas.
!!!! Jesús, chaval, esta entrada va por tí, para que recuerdes un trocito de Huelva y a los amigos que aquí dejastes!!!